20 de diciembre de 2005

Nuestro viaje

Qué bello. Qué viaje nos aguarda. La felicidad es compartir, como dijiste el otro día ante ese paisaje que, infinito, latía tras el parabrisas. Compartir todo, añado yo. Compartir todo lo que el viaje nos traiga, incluso lo que antes, con otros amantes, nos dio tanto miedo compartir: las dudas, las debilidades, las nostalgias, tal vez relatos de otras pieles mientras yo acaricio la tuya o tú la mía. Porque lo horizontal, cariño, fue, es y será nuestro territorio de amor.

Ítaca puede esperar.

3 comentarios:

León Sierra dijo...

Nunca pensé que lo exitante tuviera tan objetivo asidero y tan polisémica vertiente, en mis ropas en mi cuerpo, en mi mente, en mi anhelo...

lopezsanchez dijo...

"Una ciudad se convierte en un mundo cuando se ama a uno de sus habitantes"
Clea, de Lawrence Durrell.

Feliz viaje

Anónimo dijo...

Siempre he necesitado manual de instrucciones para casi todo lo extraño, también para encontrar canciones. Después, yo solo camino e incluso me salto los capítulos aburridos, las reglas que me disgustan, invento realidades... Dov'é la canzone, dov'é??
Road movie sobre la piel, garganta seca y apatía agostada. Desde la altura de esta torre, mis palabras des-heróicas se han fundido con la espuma de recuerdos de cosas que nunca pasaron. Y así nace un sueño de palabras, una historia, un color que sólo se descubre al ocaso, para brillar un instante, como ese rayo verde del verano de tarde fría que me conmovió hace años. Depués, la nieve que cae con lenta densidad y un silencio que retira las palabras a ese espacio infinito y oculto que no existe, para existir detrás de las pupilas. Algo suena...Azul, malva, rojo, negro, azul... pasos que se alejan. Em oriter, ogima. Le eorehsed