11 de febrero de 2011

Con el corazón en la boca



Hace casi un año mencioné en este blog la próxima publicación de un libro de poemas. Bien, después de creer que no vería la luz, al fin será una realidad el próximo mes de marzo. La espera ha merecido la pena, pues el poemario a día de hoy es muy distinto. Me ha dado tiempo a cribar, editar y, sobre todo, escribir nuevos poemas que oxigenan el conjunto y me hacen sentirme tan vinculado al libro como hace doce meses, o más.

"Con el corazón en la boca" viene a ser el colofón a casi seis años de actividad ininterrumpida en este blog. De hecho, más de un germen de poema son posts publicados aquí, y quien me haya leído durante este tiempo será capaz de intuir cuáles son los temas que recorren el poemario: el recuerdo o la imposibilidad del amor, deseos colmados y frustrados, y en definitiva un recorrido de mi historia emocional a través de todos los chicos que me han dejado huella por derecho propio. He velado por completo sus identidades al punto de que todos parecen uno solo, pues en todos me reflejo y a todos los construyo con los mimbres de mi obsesión. Dicho esto, algunos están mucho más presentes que otros. Es lógico y no he hecho nada por impedirlo. Al contrario, sobre todo en los dos últimos años he escrito poemas especialmente inevitables.

Podría decir que "Con el corazón en la boca" es un ejercicio de exorcismo, como lo pretendía ser mi anterior post. Y quizá sea así, me encantaría incluso, pero no estoy seguro. Mi nostalgia es muy potente, invasiva como un virus. Lo tengo bajo control, pero ahí está. Aquí está.