31 de enero de 2009

Entre les murs


Palma de Oro en Cannes 2008, estrenada en España con el anodino título de "La Clase", esta película dirigida por Laurent Cantet alcanza y sobrepasa a fuerza de verdad y extrema sensibilidad las metas que se plantea. "Entre les murs" fue una novela escrita por François Bégaudeau, co-guionista del film y ‒nada arbitrariamente‒ actor principal en el papel del profesor de Lengua y tutor de la clase a la que seguimos desde el primer hasta el último día del curso en un instituto de un barrio periférico de la capital francesa. Una clase que aglutina a alumnos y alumnas procedentes de Marruecos, Malí, China, y otros países con extremas diferencias culturales, económicas y sociales, mezclados con compañeros originarios de Francia que son una minoría. ¿Nos suena de algo?

En la primera escena vemos a François tomando un café. Es un momento de calma, y sin embargo la cámara en mano agitándose nos deja la sospecha de que esa calma es aparente, frágil. Basta con que abandone el lugar, cruce la acera, y nos sumerjamos en la vorágine de ese primer día de clase, para entender que le esperan nueve meses duros, de problemáticas cruzadas que generan conflictos permanentes y evolutivos donde el profesor, en el aula y muchas veces también fuera de ella, está solo.

Las secuencias en la clase se alternan con otras donde vemos a los profesores presentándose el primer día del curso, en sus descansos, en sus reuniones, en sus momentos de furia donde desearían abandonar a su suerte a unos adolescentes que, si algo queda claro en el film, son víctimas. Esa mirilla privilegiada que no suelen mostrar este tipo de films completa el panorama que de esta clase entre las paredes nos ofrece Laurent Cantet. Hay quien dice que esta película se acerca al documental, que sería un falso documental, y no estoy de acuerdo. Es ficción, como lo era la novela, y si nos hace pensar en ese género cinematográfico es por su extrema cercanía y desnudez al abordar un tema tan complejo, tan lleno de matices. "La clase" es más que la clase, es asomarse a los límites del capitalismo, las barreras migratorias, la exclusión como signo grabado en la frente de una juventud sin referentes. "La clase" es una película necesaria, vibrante como esa cámara en mano, donde se funden todas las esferas como en esa escena -una de las mejores- donde la posible expulsión del país de la madre de un alumno chino se conoce en la sala de reuniones al mismo tiempo que el embarazo de una de las profesoras. Los polos de un universo en continuo movimiento.
Por algún comentario escuchado al acabar, e incluso durante la proyección por parte de unas señoras del Madrid de toda la vida sentadas detrás de mí, creo que esta película retratará de forma precisa a cada espectador (cualidad que, no obstante, es propia del buen cine). Aquellos que rechazan la inmigración sentirán reforzada su tesis porque solo verán conflictos y más conflictos, negros y árabes y chinos perturbando el progreso de sus compañeros francesitos de pura cepa e inocentes de la invasión. Sin embargo, los que nos gusta que nuestro país albergue a las personas que vienen de fuera, también encontramos puntos de anclaje en esos oasis de esperanza, de posibilidad de entender y conectar con esos chavales, que nos ofrece una película inequívocamente del lado de este segundo bando. Asimismo, "La Clase" potenciará o aniquilará la vocacion por la docencia de más de uno y de una. En mi caso, que no la tenía a pesar de haber ejercido de profesor en diferentes ámbitos varias veces durante el pasado, tal vez la haya despertado.

Bravo por los actores (François, resto del claustro, y adolescentes sin formación dramática que, literalmente, llevan en la piel a sus personajes). Bravo por el guión, sin trampas, lúcido. Bravo por la dirección, precisa y sin un plano sobrante. Bravo por esa banda sonora por su inexistencia, ya que habría estorbado fuera cual fuera. Y bravo por ese final, poético, altamente elíptico, que es cine. Puro cine.

Bravo por semejante valentía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mmmm, a ver si la puedo encontrar por beijing. Ser profesor en situaciones multiculturales/multirraciales es un reto, y al mismo tiempo un tesoro.