21 de enero de 2009

Amor

Desde que nacemos, durante un tiempo mágico, somos el mundo. En esos meses no podemos distinguir nuestro ser del resto de las cosas, de ahí el ensimismamiento. Vemos una pared azul y somos azules. Vemos una nube y somos la nube en el cielo. Vemos una sonrisa y somos alegría. Pero eso desaparece, esa espléndida locura da paso al desdoblamiento, el yo y el mundo, y ahí es donde comienza este camino de pérdida y dolor.

Pasan los años, llega la adolescencia, esa revolución hormonal, pensar -pero qué ingenuidad- que nunca volveremos a disfrutar o sufrir así. Y desde entonces, tarde o temprano, buscamos el amor. Porque, ¿qué es el amor? El amor es el único medio que tenemos para recuperar el ensimismamiento. En el amor soy tú, padezco por ti, encuentro un mundo de los dos donde se funden -y se confunden- mi identidad y la tuya. Huyo contigo de la pérdida y el dolor, follo contigo en ese espacio psíquico y físico que protegemos hasta el final, vuelvo a ser algo que me excede y que, milagrosamente, es real porque eres tú. Y si sonríes, sonrío. Si miras una nube, soy esa nube. Si te apoyas sobre una pared azul, soy azul y soy una supercicie y soy el tacto que recorre tu piel. Y por eso, si te pierdo, si me quedo solo frente al mundo, si ya no soy lo mismo en sí que tú, me quiero morir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, prima, chántese este guante si le cae encima :-)

amanda dijo...

Ciertamente, palabrita del niño Jesus. Queda uno como rosario de la aurora.

Por eso, luego solo quieres una versión fácil. Nada de complicaciones, mejor empezar a hacer experiencias, recuerdos, fotos y palabras que ya esta vez no duelan.

Es así y punto , y lo que es peor, te comienzas a dedicar al oficio de negarlo y darle smas significado. Así que salados todos. Ya lo postearás un día. Ya lo postearemos juntos.

Y la clave de nuestra logia; Al que le caiga en guante... Que se lo chante hasta el codo.

Anónimo dijo...

Creo que viste la película, ¿verdad? Si no, te la receto y además con urgencia :-)

Lo de la versión fácil no va conmigo, o bueno, es que no la veo tan fácil si ya hablas por ejemplo de recuerdos o fotos. Eso, prima, se parece demasiado al amor.

Pero somos así, nos chantamos los guantes que nos viene en gana hasta el codo.