22 de junio de 2006

Muelle

Cuando llegas por la noche
el muelle está tenso,
lleva todo el día estirándose,
y un qué tal
o un beso al vuelo
no lo relajará;
le hace falta tu voz,
tus consonantes suaves,
el tacto de tu piel.

Así, poco a poco
el muelle cede,
se ciñe a tus contornos.

Nos acerca,
somos su rumor metálico.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

joder, muy original y muy bonito

Naxo dijo...

Qué bueno, me ha gustado la comparación de la tensión y el estrés diario con un muelle estirado. Muy bonito.
Besos!