31 de diciembre de 2007

Chuchaqui

Iba a titular esta entrada "Fanesca", nombre de un plato popular ecuatoriano que contiene literalmente de todo. Fanesca también se usa para describir una situación donde hay un lío tremendo, una maraña de circunstancias que la hacen más bien indescriptible. Este preciso momento de mi vida es una fanesca en toda la regla; un año muere y el siguiente nace, pero mi único propósito es digerirla lo antes posible y dejar atrás estos días densos, pesados, al encuentro de otros nuevos más livianos.

Chuchaqui significa resaca, y es una palabra quichua que recién acabo de descubrir y que me da mucha ternura. En un sentido más extenso se aplica a esas resacas de arrepentimiento que suceden a ciertos actos. Aquí la polisemia es hermosa, poética, y sí, ayer y todavía hoy mi chuchaqui es moral, pero el amor de esa persona de inmensa generosidad e inteligencia que me acompaña desde hace dos años lo atenúa hasta hacerme creer que pronto dejaré de sentirlo.

Este mediodía salí al encuentro de la ciudad, y me acogió una luz diáfana, un viento templado y un gentío ocupando el parque de la Carolina. Nadie me miraba, y si por casualidad la línea de unos ojos intersectaba mi cuerpo, parecía traspasarme como si fuera invisible. Y lo era, no quería que nadie advirtiera mi chuchaqui, mi fanesca, mi perturbación que apenas encontró sosiego en un par de rituales de esos que te hacen intimar con la ciudad, hablarle en boxer entre las sábanas revueltas, sentir su deseo entre mirada y mirada.

Ayer vi el primer cerdo de mi vida, estaba pastando junto al resto de la piara entre un par de casas de bloques en Guamaní, barriada del sur de Quito. Pensé: tienes treinta y dos años y has tenido que venir a Quito, Ecuador, para ver un cerdo. Pero no solo vi cerdos, aparte de otros animales contemplé con mis propios ojos esa realidad de la que pocos quieren saber. Los bloques son como ladrillos pero más gruesos, grises, feos. De ellos están hechos las casas de la gente que no sabe lo que es el sushi, un spa, un emoticón; la gente, en definitiva, que sobrevive en los márgenes de una sociedad que ni siquiera los niega, sino que los utiliza como últimos engranajes de la maquinaria que ya el genial Chaplin mostrara en "Tiempos Modernos".

"Quito, ciudad de grietas", ése sería mi slogan si las autoridades me pidieran uno. Grietas físicas, en asfaltos y aceras, por doquier, como si formaran parte de la planificación urbana. Grietas sociales, enormes fracturas como la que separa el Quito Tenis del Comité del Pueblo, el Quicentro de la calle Ipiales, la avenida República del Salvador de la Vencedores de Pichincha. Grietas emocionales, en los que llegamos y sentimos la tensión entre los extremos que configuran esta ciudad, una tensión que interiorizamos, que nos duele y nos hace sufrir un rechazo salpicado por episodios de, tal vez, el atisbo de un amor.

Yo iba a llamar a esta entrada "Fanesca" entre otras cosas porque quería finalizarla sin que venga a cuento con un par de temas de mi grupo favorito, The Smiths. Tienen unas diez o quince canciones que me matan de emoción, pero queria postear dos que no fueran obvias y que a su vez tuvieran un significado especial. He elegido "Ask" y "Please, please, please, let me get what I want". La primera contiene mi frase favorita de todas las letras de Morrissey, concretamente la que abre la canción, y la segunda porque me habla de mí en estos días. Acabo el año con The Smiths, ellos son de lo más íntimo que puedo compartir ahora y siempre. Feliz 2008 a todos los que me leéis, me queréis, me dais el cariño que necesito para vivir. Vosotros sabéis quiénes sois, y yo también.

ASK

Shyness is nice and
Shyness can stop you
From doing all the things in life
You'd like to

Shyness is nice and
Shyness can stop you
From doing all the things in life
You'd like to

So, if there's something you'd like to try
If there's something you'd like to try
Ask me I wont say no, how could I?

Coyness is nice, and
Coyness can stop you
From saying all the things in
Life you'd like to

So, if there's something you'd like to try
If there's something you'd like to try
Ask me I wont say no, how could I?

Spending warm Summer days indoors
Writing frightening verse
To a BUCKTOOTHED girl in Luxembourg

Ask me, ask me, ask me
Ask me, ask me, ask me

Because if it's not Love
Then it's the bomb, the bomb, the bomb,
the bomb, the bomb, the bomb, the bomb
That will bring us together

Nature is a language - can't you read ?
Nature is a language - can't you read ?

So, ask me, ask me, ask me,
Ask me, ask me, ask me

Because if it's not Love
Then it's the bomb, the bomb, the bomb,
the bomb, the bomb, the bomb, the bomb
That will bring us together

If it's not Love
Then it's the bomb
Then it's the bomb
That will bring us together

So, ask me, ask me, ask me,
Ask me, ask me, ask me
Oh, la...

PREGUNTA

La timidez es bella y
La timidez puede impedirte
Hacer todas las cosas en la vida
Que te gustaría

La timidez es bella y
La timidez puede impedirte
Hacer todas las cosas en la vida
Que te gustaría

Así que si hay algo que te gustaría hacer
Si hay algo que te gustaría hacer
Pregúntame, no diré que no, ¿cómo podría?

El retraimiento es bello, y
El retraimiento puede impedirte
Decir todas las cosas en
La vida que te gustaría

Así que si hay algo que te gustaría hacer
Si hay algo que te gustaría hacer
Pregúntame, no diré que no, ¿cómo podría?

Pasando en casa los cálidos días del verano
Escribiendo versos temibles
A una chica de Luxemburgo con DIENTES DE CABALLO

Pregúntame, pregúntame, pregúntame
Pregúntame, pregúntame, pregúntame

Porque si no es Amor
Entonces es la bomba, la bomba, la bomba,
La bomba, la bomba, la bomba, la bomba
Que nos acerca

La naturaleza es un lenguaje - ¿no puedes leerlo?
La naturaleza es un lenguaje - ¿no puedes leerlo?

Así que pregúntame, pregúntame, pregúntame
Pregúntame, pregúntame, pregúntame

Porque si no es Amor
Entonces es la bomba, la bomba, la bomba,
La bomba, la bomba, la bomba, la bomba
Que nos acerca

Si no es Amor
Entonces es la bomba, la bomba, la bomba,
La bomba, la bomba, la bomba, la bomba
Que nos acerca

Así que pregúntame, pregúntame, pregúntame
Pregúntame, pregúntame, pregúntame
Oh, la...



PLEASE, PLEASE, PLEASE, LET ME GET WHAT I WANT

Good times for a change
See, the luck Ive had
Can make a good man
Turn bad

So please please please
Let me, let me, let me
Let me get what I want
This time

Haven't had a dream in a long time
See, the life Ive had
Can make a good man bad

So for once in my life
Let me get what I want
Lord knows, it would be the first time
Lord knows, it would be the first time


POR FAVOR, POR FAVOR, POR FAVOR, DÉJAME CONSEGUIR LO QUE QUIERO

Buenos tiempos para un cambio
Mira, la suerte que he tenido
Puede hacer que un buen hombre
Se vuelva malo

Así que por favor, por favor, por favor,
Déjame, déjame, déjame
Déjame conseguir lo que quiero
Esta vez

No he tenido un sueño en mucho tiempo
Mira, la suerte que he tenido
Puede volver a un buen hombre malo

Así que al fin en mi vida
Déjame conseguir lo que quiero
El Señor lo sabe, sería la primera vez
El Señor lo sabe, sería la primera vez

22 de diciembre de 2007

Rufus Wainwright: The art teacher

Sobrecogedora canción de un sobrecogedor artista. Trovador del siglo XXI, homosexual pero capaz de contar una historia como esta de una mujer cuya única emoción real es el recuerdo de aquel amor de niña por su profesor de arte. Quién no recuerda a veces, feliz o infeliz en el presente, esas pasiones adolescentes tan únicas, tan puras. En mi caso no pudieron ser adolescentes, sino bien entrada la veintena. Mala suerte, de haber nacido unos años después yo también podría verme de nuevo sentado frente a aquel profesor de Sociales, don Jaime, tan sexy y moderno para la época, anhelando un beso o un simple abrazo. No, en lugar de eso yo carecía de pasiones, o al menos no era consciente de ellas.

El arte, una vez más, me habla de mi otra realidad. La que no viví.

THE ART TEACHER

There I was in uniform
Looking at the art teacher
I was just a girl then;
Never have I loved since then

He was not that much older than I was
He had taken our class to the Metropolitan Museum
He asked us what our favorite work of art was,
But never could I tell it was him
Oh, I wish I could tell him -
Oh, I wish I could have told him

I looked at the Rubens and Rembrandts
I liked the John Singer Sargents
He told me he liked Turner
Never have I turned since then
No, never have I turned to any other man

All this having been said,
I married an executive company head
All this having been done, a Turner - I own one
Here I am in this uniformish, pant-suit sort of thing,
Thinking of the art teacher
I was just a girl then;
Never have I loved since then

EL PROFESOR DE ARTE

Allí estaba de uniforme
Mirando al profesor de arte
No era más que una niña entonces;
Nunca he amado desde entonces

No era mucho mayor que yo
Había llevado a nuestra clase al Museo Metropolitano
Nos preguntó cuál era nuestra obra favorita de arte,
Pero nunca pude decir que era él
Oh, desería poder decirle -
Oh, desearía haber podido decírselo
Miraba los Rubens y los Rembrandt
Me gustaban los John Singer Sargent
Me dijo que le gustaba Turner
Nunca he cambiado desde entonces
No, ya nunca me ha cambiado otro hombre

Una vez he dicho todo esto,
Me casé con un director ejecutivo
Una vez he hecho todo esto, un Turner - poseo uno
Aquí estoy vestida con esta especie de traje-pantalón como de uniforme,
Pensando en el profesor de arte
No era más que una niña entonces;
Nunca he amado desde entonces

19 de diciembre de 2007

La Buena Vida: Qué nos va a pasar

¿No te ha ocurrido alguna vez tararear mentalmente en loop infinito una canción que se vinculaba -o tú la vinculabas- con ese momento exacto de tu vida? A lo mejor, podía pasar que ese artista no te gustara demasiado, o nada, y sin embargo daba lo mismo: la canción era un mantra al que no te podías sustraer. No hace falta que toda la letra cuente tu historia, basta con una frase, basta con el sentimiento que la sobrevuela. Eso me sucede estos días con "Qué nos va a pasar", que no me la quito de la cabeza.

Creo que nunca superarán esta maravilla, ni falta que hace. Es el relato de una relación en punto suspendido, flotante en la duda, deslizándose triste hacia un futuro incierto. Formula la pregunta que surge en ese punto, más o menos retórica según el momento, la luz que ilumina esa plaza de las promesas, el calor del cuerpo en el que aún nos cobijamos.

Hoy hace dos años, amor, que te dije te quiero por vez primera. Hoy renuevo esas palabras, como cada día en este tiempo. Pero las circunstancias, mi desorientación, esta ciudad triste, despiertan sin descanso la misma pregunta en mí...

QUÉ NOS VA A PASAR

Cada día trato de acertar por dónde saldrás;
eso es tanto como adivinar qué nos va a pasar

Has estado, hace tiempo, algo raro por momentos
Me pregunto algo inquieta qué nos va a pasar

No recuerdo cuándo decayó la conversación
ni el punto en que dices tú que algo cambió

Sin embargo, mientras tanto, yo me guardo la esperanza
y las cosas que en la plaza nos dijimos hoy

Ahora que te vas pediré perdón y dirás que no
y estará muy bien, ya sabes por qué
Yo me esconderé, ahora que te vas,
Ya no saldré más; dime para qué, si no te voy a ver


Sin embargo, mientras tanto, yo me guardo la esperanza
y las cosas que en la plaza nos dijimos hoy

Ahora que te vas pediré perdón y dirás que no
y estará muy bien, ya sabes por qué
Yo me esconderé, ahora que te vas
Ya no saldré más; dime para qué, si no te voy a ver

Cuando pase el tiempo conocerás a alguien más
y me olvidarás, y es que es lo normal
Aunque nos dé rabia siempre ocurre igual
y nos esforzarnos en disimular


15 de diciembre de 2007

La verdad de estos días

En estos días, justamente, veo sin distorsión tu belleza. Pasó el agrior, la incomprensión, y me siento tan vacío que nada se interpone en cómo te veo, cómo te siento, y ahora que dudo de todo, de los caminos que seguí y de cuáles puedo tomar, lo seguro es que no has sido un error más en mi estúpida cadena de errores.

No sé, es sorprender una mirada tuya y sacudirme el amor y de inmediato el miedo por el futuro de ese amor, desear parar el tiempo y taparme bajo unas sábanas que hace semanas son mi refugio a prueba de ilusiones, pesadillas, nostalgias. Cuando no estás, vivo en horizontal como aquellos primeros días en tu buhardilla de la calle Atocha -¿recuerdas?-, solo que ahora la desesperanza ha robado el lugar de los horizontes.

Ahora, en estos días, me sostengo en anécdotas, destellos de esa felicidad que en esta ciudad me esquiva. Salgo poco, y cuando lo hago la extrañeza me puede y acabo montado en un tobogán emocional poco propicio para tomar tierra y echar raíces. Entre tanto, me siento arrancado de un estado demasiado placentero, junto a ti, en el Madrid donde nació y creció lo nuestro.

Eres un hombre maravilloso, ésa es mi única certeza.

10 de diciembre de 2007

Intersección

El autobús avanza,
mis ojos resbalando en traveling:
rostros, deseos malbaratados,
y al final
el plano se fija en ti.

De cuando en cuando un cuerpo se interpone,
y las miradas aguardan
para fundirse de nuevo
y hablarse
en ese lenguaje que nunca miente,
nuestra verdad susurra
"Quiero irme contigo",
y no importa quién soy yo
ni quién eres tú,
la sentencia ha sido dictada y solo
las obligaciones, las citas,
todo lo que nos espera fuera,
prohibirá nuestro encuentro;
te vas,
vuelves a la ciudad que nunca dejó de estar allí,
y aunque hasta el último instante
tensamos la intersección,
los besos,
los miembros enredados
en la madeja del improbable amor,
ya son solo garabatos
en el vaho del cristal.

5 de diciembre de 2007

El más triste de los hombres tristes

Soy el más triste de los hombres tristes,
visto esa misma ropa de no tener ganas de vestirse,
las mismas zapatillas viejas y cómodas,
el mismo jersey amplio para cubrir la tristeza;
soy el más triste de los hombres tristes,
miro esa pareja que sale sin mirar atrás,
y la voracidad con que doy cuenta de mi sandwich
seguro que es la misma con que ellos devoraron los suyos
y esas patatas fritas que acompañan tantas soledades.

Veo en el reflejo del cristal
las paredes, las caras cansadas al anochecer
de las camareras y los clientes como yo.
¿Cliente de qué?, me pregunto...
Más bien me siento miembro
del club de los asesinos del tiempo.

Soy el más triste de los hombres tristes,
esta noche no hay escondite para mi tristeza,
solo puedo disimularla entre otras,
aromatizarla de olor a comida rápida,
empaparla en bebida gaseosa;
y mientras,
la ciudad en el lado invisible,
intocable.

Llegué caminando sin querer llegar a ningún sitio,
mejor habría cogido un autobús que no parase nunca,
o al menos que no parase hasta el amanecer,
tal vez en otra ciudad,
en otra vida.

Pero esta es mi vida, triste en ocasiones como la de todo el mundo.