31 de julio de 2006

Pálpito

Tengo que marcar un número,
preguntar por alguien,
abrir la puerta;
no tengo ninguna pista,
pero voy a empujarla...
lo llaman
universos paralelos.

Yo
lo llamo urgencia de vida.

29 de julio de 2006

Vacaciones

I

Contacto,
miradas sabias,
empujar juntos las puertas,
puertas a mundos que antes
no estaban.

II

Luz de comedor,
comedor y dormitorio,
sala de estar y amatorio;
en nosotros
todo viene a mezclarse.

III

He decidido
–lo declaro–
no tener miedo,
ser menos tonto,
más consecuente.

IV

Nos hacía falta, amor,
salir de nuestro mundo
(Madrid de infinitos muros)
para vernos mejor:
caminando hacia el mejor de los destinos.

14 de julio de 2006

Vuelta

Me ocurre a veces en Madrid caminar por la calle y, como una gaviota que de pronto cruzara el horizonte, convertirse ese espacio en un recuerdo de estos años que la ciudad me lleva acogiendo. Son ya cuatro casas, cuatro barrios, cuatro formas de adaptarse a lo que llaman hacerse mayor o crecer y que yo llamo, simplemente, saber de qué va esto de la vida. Y cuando esa gaviota vuela ante mis ojos, me doy cuenta de que aquí soy feliz, que es un viento de nostalgia y de orgullo lo que transpira mi piel en ese regreso efímero a quién yo era cuando caminaba por tal o cuál lugar hace tres, cuatro años.

Me pasó esta mañana. Mis labios le susurraron gracias a la gaviota y continué remando.

13 de julio de 2006

Sín título

I

Ella lo sabe,
no es feliz.

II

Soñar...
no se atreve.

Pertenece a otra época,
cuando las mujeres seguían
y seguían
con sus vidas marradas.

III

Ella es débil
y buena,
siempre lo fue.

IV

Mañana es el cumpleaños de su hijo;
tendrá que sonreir,
felicitarle.

Ella es madre.

12 de julio de 2006

Movimientos

I

Nos desconocemos,
hay una intuición
hermosa y vana.

Me gusta mirarte.

II

Desayunamos juntos,
a veces creo sentir
algo que parece amor.

Pero no te beso si no es desnudo.

III

Te escribo poemas.

11 de julio de 2006

Díptico

I

Un hombre me abraza;
de niño era un sueño leve,
casi difuminado.

II

Tengo sueño,
me susurra cosas
y yo cierro los ojos.

10 de julio de 2006

Ensoñación

Te imagino feliz,
lo sé, no lo pongo en duda,
él te quiere,
te da lo que necesitas,
lo que yo no supe darte,
y eso que tú, mi amor,
eras la mejor sorpresa de mi vida;
pero amarte nunca fue suficiente,
estaban los días,
sus largas noches,
los instantes de antes
y de después,
y esos no sabía cómo llenarlos
contigo, los dos:
mi chico,
tierno por fuera y por dentro,
y yo,
este idiota que creía en los finales felices.

Ahora sé que el nudo importa
mucho más que el desenlace,
sé que sólo caminando
son posibles los milagros,
y por eso
te imagino en otros brazos,
naufragando en otro mar
tal vez más bello,
tal vez no,
pero sí más salvaje y desafiante,
arrancando hojas del calendario
con alegre rabia,
con esa furia tuya
que me arrasaba.

Imagino
esos días que ya no serán de los dos
flotando en un sueño olvidado
como fotos arrojadas a un charco,
las fotos que no tomé
cuando me sonreías,
me besabas,
me decías te quiero.

7 de julio de 2006

Veinte minutos

Les observaba, la aprensión no reprimía mi necesidad de indagar por qué pasaban las horas en ese bar. Era la primera vez que yo estaba allí, pero fue fácil deducir que lo hacían a diario, llegar, pedir una cerveza, tal vez un whisky o un brandy, sentarse, ver la tele, fanfarronear, gritar su ignorancia, su anclaje en el eterno pasado, mirar a las mujeres con descaro, con vulgaridad, mirarme a mí porque me rechazan, porque intuyen que nada vincula su esfera con la mía aunque el capricho de lo imprevisible me haya llevado a esa barra de bar, y si trato de hallar razones veo algunas, las principales, expuestas ante mí: sus ojos creen haber visto todo, su explicación del mundo quedó fosilizada hace muchos años y por eso el tiempo les estorba, hay que pasarlo de alguna forma y es así que las ovejas se juntan, balan sin saber por qué, se frotan las unas contra las otras deseando que llegue la noche, el sueño, la muerte.

Pagué la cuenta y me marché sin mirar atrás. El zumo intacto de quien me había llevado a ese sitio para luego abandonarme a la espera, se calentaba, se cubría de humo y desidia perdiendo sin remedio su sabor exótico.

6 de julio de 2006

Mira

Mira el desaliento en su rostro,
mira la muerte disfrazada,
mira cómo se levanta,
se ducha, se maquilla,
mira cómo te besa
y dice adiós,
dice te quiero,
dice quiero estar viva
(sin saber muy bien por qué),
dice vayamos al cine,
dice fóllame,
dice no conozco París,
y afuera hace calor,
o llueve,
o la mañana es espléndida,
pero llega a la parada,
o la boca de metro,
o la puerta del garaje,
y el telón cae;
mira la desesperanza en sus ojos,
mira sus uñas, sus cabellos,
mira cómo es su vida,
tal vez una niebla que se espesa,
un eclipse,
una mano que se cierra...
tómala de esa mano,
intenta que no se cierre
y revive por un día
sus sueños de noches de estío,
las historias con final feliz
que nacían de su mente
hace mucho tiempo...

¿Cuándo?

Cuando la vida esperaba,
cuando todo daba igual.

3 de julio de 2006

Caricia

Esta mañana me despertó tu voz acariciando mis oídos, tu mano acariciando mi costado, tu amor como una caricia sobre mi angustia por ese tiempo que no puedo exprimir como deseo y que esta mañana has llenado con ternura, suavemente, con la levedad de un instante que se expande y anula la ilusión del futuro, el recuerdo del pasado.