1 de junio de 2006

Fue

Fue escucharte dentro de la casa, abrir la puerta, dejar que me abrazaras, que abandonases lo que estabas haciendo y me llevaras al dormitorio, fue aventar con rabia los zapatos, el pantalón, abrazarme a todo tu cuerpo, habitar el olor que duerme en tu pecho, besar tus labios suculentos como gajos de papaya y olvidar el cansancio, el hastío de la oficina y los ruidos de la calle, y sólo escucharnos a ti y a mí haciendo el amor, fue cabalgar entre tus piernas, ventear mi mente y ofrecer mi desnudez para tu goce, el grito abismal, desplomarnos como el cielo se desplomaba sobre la ciudad y lentamente oscurecía y nos arrastraba en suave cadencia hacia la noche, el sueño.

Fue amarte más que nunca, menos que mañana.

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