14 de marzo de 2006

Primavera

Estos primeros días de abrigo en mano, de sol que ciega, me transportan a otras primaveras. Y es que hubo una primavera en que renací, y el deseo largamente atenazado me traspasó la piel y por vez primera descansé sin miedo mis ojos sobre cuerpos como el mío; tenía 21 años. Hubo otra primavera, abandonado al encanto de un país extranjero, en que me enamoré sin remedio de un chico extremadamente bello, un fruto recién nacido para el amor, y por vez primera tuve un cuerpo como el mío entre mis brazos; tenía 26 años. Ahora, en esta primavera que ya estalla en violentos fulgores, disfruto del amor más pleno y verdadero que jamás he conocido. Todo me parece nuevo, como si por vez primera deseara y tuviera entre mis brazos un cuerpo como el mío. Quizás es porque su mente también habita en la mía, y a su vez él me alberga (mi mente, mi deseo, mi ser, mi hombre...) en la suya. Y ahí crecemos, desde ahí devoramos el mundo y cada día dejamos que nuestras manos y nuestra piel, nuestra boca y nuestro cuerpo entero proclamen nuestro querer.

Esta primavera, estos días en que cada tornar de ojos, cada ráfaga de la memoria me recuerda lo mejor de mi vida, todo me resulta excitante. Único.

Tengo 31 años. Hoy, él cumple 32.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces , tras un largo recorrido ,comienza el verdadero trayecto , da igual cuantos hayan sido los cuerpos en q descansaste o los corazones a los q el tuyo perteneció , de manera misteriosa surge un "por vez primera " q lo inunda todo ,y brota el "amor más pleno , el más verdadero " , el Amor, ese q muchos se atreven a pronunciar pero q pocos son los q verdaderamente lo conocen.Felicidades , vivelo!!
Tadzio.
P.D. Sigo disfrutanto muchísimo con tu blog.