3 de marzo de 2006

Auto

A veces me pregunto sobre la naturaleza de este blog. Trato de ser consciente de qué implica que continuamente escriba poemas y textos que otros leerán. Siempre llego a la conclusión de que este diario íntimo –pero tan público– es, como todos y cada uno de los blogs que existen, el alivio a una necesidad humana tan básica como ser escuchado, atendido, singularizado del resto. Por la misma razón, en vez de guardar en cassettes mis canciones, voy a un estudio y las grabo para poder mostrarlas a amigos y enviarlas a radios y compañías en la esperanza de ampliar mi círculo de seguidores.

Pero este nivel de exposición tiene sus inconvenientes. A mí, personalmente, me vale la pena, me vale el dolor y el sufrimiento desnudar mi mente en este espacio virtual. ¿Y cuál es esa pena, cuál es ese dolor, se preguntará el lector inteligente? Es la grieta en la coraza que se abre, el mapa de mis puntos débiles, la vulnerabilidad que supone exponer día tras día todo de mí. Creo que durante la vida de este blog hay quien se ha aprovechado de ello. Me entristece, pero es así como lo siento. No, no voy a dejar de escribir. Mi blog disfruta de plena salud y tiene una larga vida por delante. Simplemente debo hacerme fuerte y superar lo que, probablemente, nunca mereció mi atención.

Dicho esto, hoy me apetece volcar en estas líneas que León y yo hemos decidido vivir bajo el mismo techo (o sobre la misma cama, para ser más exacto y sincero). En pocas semanas será un hecho. Tengo ganas, muchas ganas, aunque en realidad es una consecuencia lógica de todo el tiempo que pasamos juntos, de todo lo que compartimos ya y que no tiene límite. Además nos permitirá ahorrar parte del dinero que actualmente nos sustraen nuestros señores feudales –digo caseros– para gastarlo con saña en viajes, grabaciones, obras teatrales... Proyectos, en suma, que ya son comunes e indisolubles de nuestro amor.

Querido lector, gracias por tu mirada. Siempre.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

un placer

Anónimo dijo...

Yo me estoy aprovechando de tu blog; espero que mi gozo no te cause tristeza... ;)

RAqueL dijo...

hola, he estado leyendo un poco tu blog, y me gusta lo que escribes e incluso me trasmite cierta paz. Yo también a menudo estoy triste. Me gustaría que compartiéramos nuestras lecturas. Te parece?

Anónimo dijo...

Mucha felicidad para vuestra vida en común...me alegra verte tan enamorado.

Unknown dijo...

me alegro por lo que cuentas, y sobre todo dan ganas de escucharte.

a ver si tienes suerte y eso es algún día posible, de momento, aqui te ofrezco mi ayuda (audiovisual).