20 de junio de 2006

Versus

De pequeño, era incapaz de integrarme en los grupos. Podía ocurrir en el recreo, durante las vacaciones en el pueblo de mi madre, en una celebración familiar demasiado concurrida... Todo lo que se salía de mi círculo más íntimo era un terreno donde me movía con dificultad, y siempre buscaba el cobijo de una persona concreta con la que establecía un vínculo férreo, seguro. Supongo que, sencillamente, me identificaba con ella.

Con el tiempo, apenas he cambiado. Siempre prefiero el armonioso intercambio de un tête à tète a la disonancia de voces múltiples. No, no es timidez o miedo. He llegado a una conclusión: sólo me interesa desnudarme o que alguien se desnude ante mí, y por tanto generalmente no presto atención a las palabras pronunciadas porque sí, porque hay que pasarlo bien o, peor aún, por pasar el rato. De hecho, la única situación en la que no me aislo en el silencio o secuestro a mi componente favorito del grupo es cuando me convierto en el centro de atención, y es que con el tiempo he ganado en confianza, he aprendido el placer por el exhibicionismo. Me ocurre raramente, eso sí, quizás sólo cuando la audiencia me parece digna de ese coqueteo con el ridículo que constituye todo strip-tease emocional.

No sé por qué me ha dado por pensar en esto. Creo que se trata de esos círculos en torno a la máquina de café o de refrescos de los que mis compañeros de oficina forman parte -cada cuál del suyo- sin mucho esfuerzo al parecer.

Yo, en cambio, escribo un post. Me aíslo. Me desnudo.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Los años, que empiezan a no pasar en balde. Alguien dijo una vez que, cuando te das cuenta de eso, es que comienzas a ser mayor.

Gracias por tu post... no, no es una despedida. Soy incapaz.

Un abrazo.

DeCa dijo...

Aislado abriendote al mundo... más que una metáfora es patológico.

Anónimo dijo...

Te comprendo perfectamente, pues lo mismo me ocurre a mí...no disfruto de las salidas con una pandilla de gente, y menos todavía cuando hay que hacerlo por compromiso o para que no te tilden de aburrida (cosa que solía hacer de adolescente)....me hace sentir absolutamente fuera de lugar. No hay nada como desnudarse emocionalmente ante la persona que uno desea en ese momento...