Desde abril de 2005, con cambios de nombre, con etapas de intensa publicación y otras de silencio que nunca ha sido definitivo. Pensamientos, música, cine, literatura... Un blog, lo que solían ser los blogs personales. Ante todo, un espacio de expresión.
9 de junio de 2006
8 a.m.
Aprender lo cotidiano, ese olor de nuestra habitación que es mezcla de pieles, aliento de amor, la luz que irrumpe cuando subo la persiana, la distancia entre la cama y la puerta, el número de pasos que me separan del baño... espacios, dimensiones en las que me reconozco, abrir la nevera y sacar fruta, yogur y zumo para el smoothie que cada día preparo sabiendo que luego, cuando te levantes una vez me haya ido, te beberás tu parte, y puedes creer que cuando tapo el recipiente con papel albal estoy pensando en ti, queriéndote un poco más, y cuando entro de nuevo en el dormitorio para coger mis cosas y vestirme, me detengo un instante en tu rostro escondido en la almohada, tus piernas al aire, ese pedazo de tu espalda que descubre la camiseta arrugada, y en mi beso de despedida absorbo el calor, la humedad de tus labios para llevarte conmigo hasta la tarde, cuando vuelva a girar la llave que ahora, al comienzo del día, te deja atrás.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
La belleza del día a día, de las pequeñas cosas. Precioso.
Abrazos!
Increiblemente bonito y sincero.
Algún día espero ser igual de bueno y puro con alguien, a quien también ame.
Un abrazo!!
Te nutres de lo más hermoso que hay: la cotidianeidad...
El pan nuestro de cada día dánosle hoy... no nos dejes caer en la tentación de demorar el cariño ... libranos del mal de la nostalgia.
AMEN (que así sea HOY)
como cuando entras a la habitación, sin gafas y me miras, pero no me miras, te acercas y te digo
¡hola!
me gusta tu(s) mirada
Publicar un comentario