24 de noviembre de 2005

Arte

¿Por qué la delicadeza? No sé si la perfección en la forma podrá revelar la impureza del fondo, no sé si merece la pena esforzarse en depurar las palabras, las pinceladas o las melodías cuando lo que habría que refinar son las acciones, las decisiones, los gestos. Será que el arte está destinado a ser imperfecto porque la vida lo es, y quizá allí radica su insondable belleza, tanto del arte como de la vida. A veces pienso que la fuerza que derrocho al escribir un texto o dar vida a una canción podría emplearla en vivir (¿más, mejor?), pero si para mí escribir es un acto de entusiasmo, si componer una canción es mi gesto más valioso, si mi pasión es crear a partir de la vida, mi vida, la cuestión se revela compleja... o muy simple: supongo que pertenezco a aquellos que ya no pueden separar lo que les ocurre de cómo cuentan, transmiten o sueñan lo que les ocurre...

1 comentario:

Carlos Negrón dijo...

Bienvenido al club.

Que tus días sean llenos de tormentas interiores que devengan en la más pura y exquisita de las muestras de amor: "el arte" en todo el sentido de la palabra

Paz