2 de noviembre de 2005

Amor y muerte

Abato al animal de amor que soy.

Desde hoy no te aullaré en las madrugadas devorando la niebla bajo tu ventana.

Me alejaré sin un jirón de tu carne en mi boca. Sin una mirada sincera a este animal que te ama.

Tú me convertiste en bestia. Me amamantaste de tu propio pecho.

Me extingo. Seré ave migratoria.

1 comentario:

León Sierra dijo...

alguien, una vez, me regaló un libro, en la dedicatoria ponía:

"Para León, porque el deseo es un animal dormido"

¿?!!