28 de septiembre de 2006

Otras voces, otros ámbitos (5)

Bailas con una copa en tu mano. Te contorneas ebria y olvidada. Sonríes a un hombre, te aferras a su hombro y él hunde su lengua en tu cuello. Y así otro y otro... Llevas traje de chaqueta, media melena rubia, maquillaje perfecto aunque a estas horas de la noche más de una lágrima lo esté echando a perder. Hace un rato que te observo. Eres guapa, muy guapa incluso. Y sin embargo, de todos los hombres acabas separándote, lanzándote de nuevo a la vorágine de la pista de baile donde sin distinción de edad o aspecto todos ellos son tu presa y tu cazador, tu esperanza y tu castigo. Me pregunto por tus horas previas, la ducha después del trabajo como directiva de alguna publicación o agencia, ese whisky acompañado de trufas que siempre te libera de una jornada agotadora y te hace soñar, el tiempo frente al espejo, saberte hermosa, deseable, renovar tus deseos, preguntarte si esta noche será la noche, si hoy conocerás a ese hombre que te arranque del hastío, el delirio de tantas madrugadas borradas, elegir qué te pondrás, los zapatos, la bisutería, aún soy joven para joyas, asegurarte de que llevas el móvil, el estuche de pintalabios con espejo, llamar a un taxi, tal vez hayas quedado para cenar con unos compañeros o quizás hayas empezado por una copa en una cafetería de hotel, no lo sé, sólo sé que me fascinas, me hipnotizas, no dejo de mirarte, me acerco a ti y espero hasta que el muchacho que has arrinconando contra la pared se libera de tu abrazo de mujer-araña, tu aliento etílico y sin embargo fresco que sin preludio buscan mis labios, tu perfume envolviéndonos en una nube nocturna, locura, huída, la música ensordeciendo las palabras que dejo resbalar en tus lóbulos, tus mejillas, y durante un instante quiero que nada cambie, quiero escuchar tu voz suave y profunda, que nunca se aleje tu firme cintura, tus omóplatos que danzan guiados por mis dedos que no tienen más que sugerir una dirección, un desvío de esta realidad que ya se quiebra cuando sorprendo en tus ojos el reflejo de otro hombre, uno más, simple bisagra de otro sueño efímero.

1 comentario:

DeCa dijo...

POdría ser una novela... podría ser la historia.