13 de octubre de 2005

Recuerdos improbables (III)

Fui a tu ciudad y vi torres encendidas en fuego,
vi sombras danzar en la bahía,
vi el vapor espectral, flotante,
vi la caricia del cielo y la tierra,
vi una lengua besar el mar,
vi olas contra los acantilados,
vi gaviotas detener sus alas en la brisa,
vi ojos habitar el horizonte,
vi niños correr en la colina,
vi plazas solitarias sobrevivir al tiempo... y escuché,
escuché crujir las amarras,
escuché sirenas de barcos en la distancia,
escuché el rumor perpetuo de la ciudad marina,
escuché la lluvia golpear la arena,
escuché risas de amantes encaramados a un promontorio crepuscular,
escuché la espuma crepitar vencida,
escuché el eco de lo que no vivimos.
Fui a tu ciudad
para encontrarte.

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