7 de noviembre de 2005

Por tierra

Puede ser cualquier cosa. Un bolígrafo, un carnet, una entrada de cine... En el metro caen por tierra muchos objetos. Hoy fueron unos apuntes deliberadamente arrojados al suelo de un vagón. Me pregunto qué arrebato, qué semilla de locura habrán inspirado ese gesto. Me pregunto si en el fondo no nacen del mismo impulso todas esas pérdidas, poco llamativas a primera vista, para reproducir, acaso calmar la pérdida incesante, ese deseo que se malbarata segundo a segundo, con pequeñas dosis de despojamiento, como un picor se calma con otro que nos provocamos a conciencia.

No hay comentarios: