4 de mayo de 2006

Otro amor



Se habían alejado de todo y de todos. Los dos muchachos se sentaron en la arena y empezaron a besarse. Eran guapos, y jóvenes. Apenas se atrevían a deslizar una mano bajo la camiseta o buscar con los labios más allá del cuello. Les vimos y no pudimos dejar de observarles, y tal vez imitándoles, tal vez envidiando el tiempo que no tuvimos y que ellos podrán disfrutar, nos besamos en lo alto de la escalinata. Entre beso y beso, me preguntaste por qué los chicos nos damos tanto amor. Yo tan sólo te miré, les volví a mirar, y dejé que las olas que morían en aquella playa apartada, sin vigilancia, casi desierta, susurraran la respuesta en tu oído.

1 comentario:

DeCa dijo...

Nos damos tanto porque siempre pensamos que nunca lo tendríamos...