22 de abril de 2005

Fantasmas

Pienso en un vertedero virtual. Internet como órbita cementerio para todas esas páginas que un día fueron creadas con ilusión y luego se abandonaron. Informaciones obsoletas, diarios inacabados, cadáveres electrónicos... Uno las descubre al azar, muchas veces su diseño (hubo un tiempo en que el concepto no se aplicaba a la web) las delata. Hay quien se tomó la molestia de despedirse y fue consciente de que aquella era la última actualización. He hallado muchas razones: casarse, querer dedicarse plenamente a la escritura o al cultivo de orquídeas, simple cansancio o desencanto... Cuando algo nos ilusiona de verdad, el tiempo empleado en ello se entrega con generosidad, y no lo vemos como un trabajo ni mucho menos como pérdida. Este blog es un ejemplo, y quién sabe cuándo un post será el último sin que quizás yo mismo lo sepa. Pero no voy a pensar en eso, porque significaría muchas más cosas que ahora me parecen imposibles, como perder las ganas de crear, de descubrir, de jugar con este cubo mágico lleno de colores que es mi vida, todo lo que tengo...

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