8 de diciembre de 2014

Esta es mi generación

En varios momentos de la entrevista de Pablo Iglesias a Iñaki Gabilondo que ayer, domingo 7 de diciembre, fue colgada en Youtube y que inserto al final de esta entrada, me he emocionado. No es solamente haber vuelto a recordar el horror del 11-M o saber que en aquella manifestación del 13-M frente a la sede del PP compartí mi furia expresada a grito pelado con el ahora Secretario General de Podemos.Es asombrarme ante la voz sabia de quien ha atravesado la época más decisiva de la historia reciente de España, incluyendo el presente del cual es uno de los más lúcidos analistas. Es adquirir un poco más de perspectiva, siempre insuficiente, para entenderme a mí mismo y entenderme en relación con los demás, desde quienes tengo más cerca en la distancia y en el corazón a quienes, como mis padres, siento y he sentido mucho más lejos de lo que están realmente.

Me encuentro en esa etapa de mi vida en la que, con suerte, me queda tanto por vivir como lo que he vivido. Me siento tan a vueltas de muchas cosas como desorientado ante lo que (me) sucede. La mía ha sido la generación que se ha adaptado de la ausencia total de la informática en nuestra cotidianidad a la omnipresencia y necesidad de la misma, todo ello en una España que transitaba de la excitación democrática plasmada en la victoria del PSOE de Felipe González en 1982 al estercolero, la putrefacción, la muerte de ese proyecto que con tanta precisión certifica Iñaki Gabilondo en la entrevista. Sí, me ha emocionado escucharle, contemplar su mirada azul todavía joven pese a las bolsas y las arrugas, su encuentro cara a cara con quien quizá está llamado a ser el nuevo Felipe de nuestros tiempos. Iñaki sabe, aunque no se lo dice a Pablo, que por desgracia fracasará en muchos extremos, habrá imperfección en su ejercicio del poder y puede que un día sea tan denostado como hoy lo es, merecidamente, ese consejero de Gas Natural que cobra más de 80.000 euros por conferencia.

Al final, se trata de haberme reconocido en unos valores que cuesta encontrar cada vez más, encarnados en personas como Iñaki Gabilondo que en un momento no muy lejano en el tiempo dejarán de estar aquí. Sentir que mi generación tiene mucho más en común con la suya que con la de los adolescentes de hoy, cuyos recuerdos se circunscriben al s. XXI y no conocen ni siquiera los acontecimientos más importantes de ese tiempo (que a la velocidad que imprimen las redes sociales, cada vez queda más obsoleto) que otros vivimos y nos constituye.

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