6 de abril de 2006

Tu rostro desconocido

Me ocurre con las dos personas más importantes de mi vida. Aquéllas que más veo aparte de los inquilinos forzosos de la sala donde trabajo. Las que más quiero. Pasa que, en cualquier momento inesperado, me asombro de su presencia. O, mejor dicho, de su rostro, su mirada, su sonrisa. Lo concreto, tantas veces contemplado, es justamente lo que me parece nuevo.

Me ocurre cada vez que quedo con ella y siempre que despierto junto a él. Haciendo el amor o viendo una película. Cuando olvido nuestra historia y nos miramos con la desnudez que sólo nace de la pura verdad. Entonces es como si no reconociera sus facciones, como si su belleza fuera extraña, exótica. Como si no mereciera ser amado por alguien así.

Me ocurre imaginar que el amor es eso: olvidar y recordar lo extraordinario de su naturaleza.

Un sol que se oculta y emerge cada día.

2 comentarios:

DeCa dijo...

:o

:)

Enigmática dijo...

Me ocurre cada vez que su labios están ausentes y los busco en otra boca...