1 de diciembre de 2009

Ases

Cartas en el andén. Las miro, algo me exige agacharme y coger una. Un as de tréboles. Tiento la suerte y voy a por otra. Un as de rombos. Debería parar ahí, pero me arriesgo. Ni más ni menos que un comodín. El tren, milagrosamente, hace su entrada en la estación. Tengo el tiempo justo de sacar mi móvil y capturar la imagen de esos restos de una baraja tirada por el suelo. Quien me haya visto no habrá entendido gran cosa.



Ahora, viendo la foto, me doy cuenta de que el siguiente que haya probado suerte no habrá tenido tanta como yo. Me da por pensar que la suerte es un bien limitado.

Eso me asusta.


1 comentario:

Vulcano Lover dijo...

Y si existiesen las barajas sólo de ases y comodines???