29 de abril de 2005

Aquella primavera

¿Te acuerdas, cariño, de aquel parking desierto? Íbamos en tu coche, yo te pedí que me llevases a algún lugar apartado, era una ciudad extranjera para mí y todo despertaba mi curiosidad, y de pronto nos vimos perdidos en un complejo industrial abandonado, aquel cementerio de fábricas, desguaces, edificios oxidados de oficinas, y llegamos a aquel parking bajo la autopista, los coches volaban sobre nuestras cabezas, la última luz del atardecer se apagaba en el horizonte, te miré y tú me sonreíste, cómo te brillaba la mirada, amor... te besé, busqué tu cuello, desabotoné tu camisa, tu pantalón, en mis oídos el rumor de la autopista, nuestra respiración, luego me quedé apoyado sobre tus piernas hasta que se hizo completamente de noche.

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