2 de noviembre de 2007

La importancia de la noticia

Esta noticia apenas ocupará hoy un lugar secundario en las portadas de los principales periódicos nacionales o en las parrillas de los informativos de radio o televisión. Por el contrario, de esta otra se tendrá inmediato conocimiento en cuanto se eche un rápido vistazo a esas mismas portadas o se escuchen o vean las cabeceras de esos informativos. Ambas están relacionadas con la justicia, con el deber de las instituciones, con atentados supuestamente ligados por el mismo origen, y sin embargo solo una -la primera- es una noticia de verdad.

El brasileño Jean Charles de Menezes fue ejecutado en un vagón de metro por policías de Gran Bretaña, un país llamado occidental y por tanto "civilizado" (sic). No tenía nada que ver con los atentados de Londres, no iba armado, y recibió varios balazos en la cabeza en el santo nombre de la lucha contra el terrorismo. Daños colaterales, dicen los que amparan este tipo de crímenes como los que Bush se ha acostumbrado a perpetrar en el Medio Oriente. Yo digo que Menezes tenía la piel oscura, que hacía falta restar un sospechoso de la lista de cualquier manera, y que por eso lo mataron. A pesar de que Scotland Yard ha sido condenado, los familiares de la víctima hacen muy bien en reclamar auténtica Justicia. Quienes dispararon deben cumplir la máxima pena, como cualquier terrorista. Pero la noticia es importante, es verdadera como sostengo, pues enmienda al menos parcialmente la atrocidad de arrebatarle a un chico la vida sin tribunal, sin jurado, sin más juicio que un ansia asesina propia de los peores animales.

Rubalcaba le pide a Rajoy que repita con él una frase. Hace tiempo que el pulso político se mide por declaraciones a las que siguen otras que se responden de nuevo y entonces se matiza o tal vez se retira lo dicho hasta que surge un tema distinto de discusión. De vergüenza. Y lo peor es que todos los grandes medios les pongan micrófonos delante a los Rubalcabas y Rajoys de este mundo en vez de dar la voz a los que jamás la tienen. Los Rubalcaba y los Rajoys (y los Acebes y los Bonos y los Carods) solo hablan para ganar o para no perder votos, votos que mantendrán un andamiaje que sustenta a muchos, sobre todo a los parientes y amigos de esos muchos. Y mientras, la violencia doméstica, la siniestralidad laboral, o la especulación criminal con el suelo y la vivienda (por nombrar unos pocos de los problemas que nos sacuden), siguen generando sufrimiento por toda España sin que los medios de comunicación les dediquen no ya titulares, que no sirven para nada, sino espacios continuos que llamen la atención sobre ellos, presionando a los responsables políticos para que tomen medidas efectivas.

Solo para terminar, y a modo de ejemplo aún más ilustrativo sobre el título del post, hace pocos días ha sido noticia la agresión a una menor ecuatoriana en Barcelona. Se ha hablado de racismo, palabra mágica. Hace un mes que vivo en Ecuador, y puedo asegurar que aquí el racismo se vive intensamente en todos los niveles de la sociedad y a cada momento. Cholo, longo, rosca, indio, negro... Palabras del diccionario de supervivencia en este país. La cobertura aquí de la noticia ha sido brutal, y me repugna por dos motivos principales. El primero es la falta de autocrítica ya comentada unida al simplismo de tomar una minúscula parte por el todo y no hablar de las decenas de miles de ecuatorianos que son acogidos cada año en España. El segundo, y relacionado curiosamente con lo que acabo de decir, tiene que ver con una pregunta: ¿cuantos ecuatorianos han muerto trabajando en el sector de la construcción en España porque un empresario prefirió ahorrarse un puñado de euros? Leamos cada día las páginas interiores de los periódicos nacionales, y contemos. Contemos también las veces que esas muertes son noticia en el Ecuador.

Los medios de comunicación masivos adocenan, manipulan, se mueven exclusivamente por intereses macroecónomicos. No hay excepción, son un producto de deshecho del sistema en este occidente "civilizado". No digo nada original, sé que la pólvora ya fue descubierta. Sin embargo, creo que por desgracia sigue siendo necesario recordar que existe.

2 comentarios:

fernando mejia dijo...

Hasta ahora en ninguna de las noticias tuvieron voces las victimas. Ninguna de las dos.
La "frontera etnica", es ese espacio que reproduce a diario ese lenguaje, vil y cruel.
Te felicito por el post.

arrebatos dijo...

En los países "civilizados" no es que se prohiba la violencia, es que es el estado quien tiene su monopolio. Léase policia, ejército o ley, que no es más que la amenaza de violencia contra el individuo. Es por eso, porque ley y violencia en manos del estado van ligadas, que nunca se van a pisar una a otra y todo lo que sea enmendar errores se hará de manera muy tangencial.