20 de mayo de 2007

Ficció


El miércoles 16 salió a la venta en DVD "Ficció", la última película de Cesc Gay quien se supera a sí mismo después esa portentosa crónica de la soledad y la mentira en un grupo de amigos titulada "En la ciudad".

Abordar "Ficció" desde cualquier perspectiva meramente cinematográfica es, cuanto menos, incompleto. Se podría hablar del milimétrico uso de los espacios, de la música como imprescindible elemento narrativo, de los silencios que lo expresan todo, de los actores (imposible elegir uno) absolutamente fundidos con sus personajes... Se podría hablar de esto y de mucho más, pero sólo estaríamos girando en torno al auténtico núcleo de "Ficció": la tiranía del corazón. Cesc Gay se detiene y escarba morosamente en esos tiempos privados, cotidianos, donde lo más crucial nace y se agranda hasta imponerse a la voluntad.

Es ésta una historia narrada a cámara lenta, dos personas que se enamoran a lo largo de unos días de convivencia porque es natural, porque no pueden evitarlo, porque nada importa que Alex desee salvar un matrimonio ahogado en la rutina y Mónica su primera relación duradera con un hijo adoptivo de por medio. Da igual: aunque no ocurra nada de lo que puedan culparse hasta ese hermosísimo final en la cuneta de esa curva de carretera que -en un delicioso juego de simetría- aparece al principio de la película, el corazón ha dictado sentencia. Quizás es por eso que, justamente, la culpa es lo último que pasa por sus cabezas.


"Ficció", curioso nombre para una película tan real.

2 comentarios:

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Me encantó "En la ciudad" y me gustó la de "Krampack", así que, por lo que cuentas, esta tiene muchas papeletas para que me guste también :)

Las historias cotidianas contadas desde dentro me pueden.

Gracias por la recomendación!!!

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola Elorri, felicidades por el blog.

Recuerdo que este historia sintonizó conmigo, creo, desde la perspectiva del treintaañero (a punto de más) nostálgico de mí mismo. Tal vez por haberla sentido tan cercana, casi había olvidado esta película; ¡gracias por recordármela!