3 de enero de 2007

París


A mi chico le gustan los gatos, todos. Sabe darles amor, les habla en ese idioma que a mí me resulta extraño pero que estoy aprendiendo porque le quiero. Tengo la idea de que su amor por los animales tiene mucho que ver con su capacidad de amar a las personas. Yo, al menos, lo siento así.

He celebrado el fin de año y mi 32º aniversario en París, con el hombre que me vuelve loco. Esta gatita nos la encontramos en mi rincón especial de esa ciudad que jamás me canso de visitar. Hasta yo me la hubiera querido traer para que Güili no estuviera tan solito cuando nos vamos por ahí de viaje, pero no era callejera sino que pertenecía a alguno de esos afortunados que viven en ese pequeño entramado de patios y fachadas de hiedra.


Va por ti, León.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A tu chico le gustan los gatos....lógica atracción entre felinos.

París, fin de año, aniversarios, rincones especiales...y todo eso con la persona que amas....eres muy afortunado. Espero que lo seas siempre.

Y gracias por regalarnos tu sensibilidad, poeta.

andrés dijo...

a disfrutar de un momento que debe ser casi tan dulce como las palabras aquí escritas.