7 de diciembre de 2008

Pese a todo

Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la opinión de las personas sobre cualquier tema, no desvelo nada afirmando esto. En España, como en cualquier otro lugar del mundo, los periódicos, radios, y cadenas de televisión más difundidas, están en manos de grupos de poder. Grupos que, por supuesto, ansían más poder. Ninguna revolución será apoyada por ellos, jamás. Por eso Chávez es un simio peligroso o los juegos olímpicos en China -gran ejemplo de gobierno, sí señor- han sido un éxito. Me da repugnancia la unanimidad en ciertos asuntos.

Así, este titular me parece abyecto. Sobre todo una palabra: "pese". No es ignorancia, en absoluto, sino maldad, lo que sitúa a esa palabra en el centro de la frase. Porque los disturbios no deben parar aunque el policía asesino haya sido detenido, en absoluto. Los disturbios tendrían que paralizar el país hasta que el régimen actual cayese, y hablo de "régimen" porque todas las formas de gobierno, salidas de unas urnas o de un golpe de estado, son regímenes. Regímenes donde un policía armado puede asesinar a un adolescente que se manifiesta en la calle. Naciones donde la democracia, se apellide su régimen como se apellide, no es real.

Pero EL MUNDO (y EL PAIS, y el ABC, y PÚBLICO) puede respirar tranquilo. Los disturbios cesarán pese a su legitimidad, su virulencia, su necesidad. La calma volverá, volverán el adocenamiento y la sumisión. Grecia seguirá siendo un régimen donde sus mandatarios orquestarán esa performance colectiva en la que un pueblo sin otra opción que meter cada cuatro años un papel en una caja de plástico transparente, hará como que elige a sus mandatarios. Y los mandatarios, impecables directores de escena, seguirán mandando. Como siempre.

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