28 de marzo de 2010

Otro mundo

Otras veces eran fragmentos de conciencia, intuiciones nítidas pero incapaces de generar una metamorfosis. Hoy no, hoy la conciencia me ha abatido con el peso de mil toneladas.

El primer día tras el cambio de hora ha sido espléndido. Al atardecer, el Retiro estaba lleno de personas desperezándose del invierno. Me he mezclado como uno más, necesitaba dejar atrás el error, el peligro, el pánico de no encontrarme. Quitarme esas ganas de ser un personaje de Paul Auster, de borrarme hasta el nombre y huir a otra vida. Huir, huir...

No tengo madera de héroe nihilista. Sé que me conformaré con retocar este mundo, pulir su mediocridad, no perseguir sus límites con mi pulsiones más oscuras sino abrazar las columnas que un día lo sostuvieron. De ahí la luz del Retiro, confundirme entre la gente, habitar un espacio con hierba y árboles para recordar que las ciudades las ha levantado el hombre y con ellas su infelicidad.

Pero escribo todo esto y no dejo de desear otro mundo. Volver a desconocer todo. Todo.

Necesito otro lugar
¿Habrá paz?
Necesito otro mundo
Éste casi no existe ya


Autor: Antony and the Johnsons
Título: Another world
Álbum: The crying light

1 comentario:

Vulcano Lover dijo...

Conozco pocos nihilistas de verdad. Y los que conozco, en el fondo, lo que son es unos ignorantes, lo cual desvirtua todo.
Pero me reconozco en esa necesidad de asfixia frente a un mundo que parece agotarse periódicamente, cuando no día a día. Pero creo que también sabemos ver la luz desde su mínima expresión, a través de la más pequeña rendija. Y tomarla, y hacerla infinita, y eterna, aunque sera tan sólo por un momento.
Y al final, siento que es eso la vida, explotar esa maravillosa capacidad para autosalvarnos de la mediocridad. Mejor, acompañado, ya sabes. Pero no siempre se puede.