29 de agosto de 2009

Prólogo

Pequeñas euforias: una película, una charla, una canción descubierta por casualidad que canto sin importarme que se me escuche por el patio de vecinos.

Apuntes de un día cualquiera, para que no se pierda del todo. Claro que me queda poco para que los días puedan perderse así, en esta indolencia tan estéril. Dentro de nada, mi tiempo arderá en aulas, lecturas, prácticas. Nuevas personas, nuevas ideas, el ambiente universitario que no vivía desde hace... Sí: once años.

Pero ahora sigo en el prólogo, y todavía tiene el sabor del pasado. Hasta que irrumpa la nueva época. Entre tanto, me como los bocados que la vida me permite. Pocos, si he de ser sincero, y no todos sabrosos. Pero el banquete espera.

Voy a empacharme, prefiero reventar saciado que morir de hambre.

2 comentarios:

shokaku dijo...

Esta canción de Jens Lekman no es la que yo podría para el estado de ánimo que describes :)

Anónimo dijo...

Se llama "contraste", Luis :P Además, la canción es más bien a tono con lo que llega, no con lo que aún persiste.