18 de noviembre de 2006

Nebraska

Hacemos tiempo
de amor,
ha llegado el frío
(me has dicho que te gusta),
improvisamos la espera
en el Nebraska;
es la hora en que nadie pide ya chocolate
(¿un sandwich y dos dobles?),
y entonces me miras
así,
y dices algo
más desarmante que tu mirada,
y el mundo podría ser
este lugar anacrónico,
o incluso más pequeño:
tu mano...
podría vivir en su calor.

2 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

Siempre el amor, aun en el lugar más inhóspito. Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

estaciones de paso, por sólidos que sean sus cimientos. Estuve en una cafetería así, como quien espera el tren.