3 de febrero de 2008

Galope

Esto no te lo dije al oído cuando volvíamos a casa en autobús, cuando estallaba la tensión en mi pecho sin que tú te dieras cuenta, cuando te miraba y me daban tantas ganas de acariciar tu mejilla y susurrarte: "Eres tan bello".

Pero he callado, he girado mi cabeza y he clavado mis ojos en la butaca de delante hasta lograr domar mis labios.

Ahora se han desbocado, ¿los oyes galopar?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nuevamente vuelves a emocionarme, unas bellas palabras, unos bellos sentimientos...
Hace tiempo que no te leo con asiduidad por lo que ando un tanto perdido en cuanto a "tu vida" y hay cosas que no termino de comprender ...
Espero que estés bien...

Tadzio.

Vilma Rubi dijo...

La fascinacion de la palabra desde tus letras me conmueven ...me remueven ... me alivian ... la existencia del amor...si ... de ese marravilloso sentimiento que trasmites... en seis lineas ... llenan una eternidad en mi vida ... gracias amigo hermoso ... te amo mucho...

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Yo creo que el amor no se puede domar.

La próxima vez le miras directo a los ojos y se lo dices, no a la butaca.

Saludos, niño :)