26 de octubre de 2006

Hubo un momento en la historia de la fotografía en que alguien pensó más en capturar el puro vértigo del instante que en lograr la perfección de otros aspectos como la composición, la luz o el punto de vista, más en vigor hasta entonces. De esa corriente bebieron muchos fotógrafos cuya obra hoy admiramos, y supongo que de la misma forma esta mañana saqué apresuradamente mi móvil de mi bolso en plena calle, te empujé contra una pared y te hice esta foto. Quería capturar lo guapo que te veía en ese preciso momento, la emoción de quererte, de estar juntos bajo la luz del mediodía en este día después de una lluvia, después de una vida buscándote. Soy dichoso, te amo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

guauuuuuu